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Resumen de Conferencias Internacionales (CI)
LEISHMANIASIS CUTÁNEA: ASPECTOS CLÍNICOS E
CI09 INMUNOPATOLÓGICOS DE LA INFECCIÓN EN LAS AMÉRICAS
Márcia Dalastra Laurenti
Universidade de São Paulo, São Paulo, SP, Brasil.
La leishmaniasis cutánea representa un importante problema de salud pública en el
mundo, especialmente en las regiones tropicales y subtropicales del globo, donde los
factores socioeconómicos, climáticos y geográficos han contribuido para la manutención y
dispersión de la enfermedad. En este sentido, América Latina aparece como una de las
áreas de mayor expresión de la enfermedad, debido a las peculiaridades relacionadas, no
solamente a la capacidad antigénica de las especies de Leishmania, como también a la
interacción de estas especies con la respuesta inmune del hospedero, resultando en
procesos inmunopatogénicos que pueden converger en diferentes formas clínicas de la
leishmaniasis. En el caso de la Leishmaniasis Tegumentaria Americana (LTA), se debe
dar una atención especial a la complejidad de la relación parásitohospedero que
involucra nada menos que trece especies de Leishmania que actúan como agentes de la
enfermedad en América Latina. Como resultado de este proceso, se puede observar un
amplio espectro de manifestaciones clínicas, que va desde la leishmaniasis cutánea
localizada y la leishmaniasis cutánea diseminada, ambas causadas por cualquier especie
dermotrópica del parásito, hasta la leishmaniasis mucosa o mucocutánea, causada
principalmente por L. (V.) braziliensis, así como por L. (V.) peruviana y L. (V.) panamensis,
y la leishmaniasis cutánea anérgica difusa causada por L. (L.) amazonensis y L. (L.)
mexicana, siendo estas últimas formas clínicas las de mayor potencial patogénico para el
hombre. Las alteraciones histopatológicas en la LTA han sido objeto de innúmeros
estudios publicados en la literatura. Hay un consenso en la mayoría de los autores que la
LTA es una enfermedad inflamatoria crónica, caracterizada por la presencia de un
infiltrado histiolinfoplasmocitario con o sin la presencia de reacción granulomatosa y
necrosis tisular. Algunas evidencias han mostrado que, dependiendo de la especie del
parásito involucrada, así como de la fase evolutiva de la infección, la calidad y la
intensidad de los elementos que forman parte de la respuesta inflamatoria local se
pueden presentar variaciones peculiares en aquella forma clínica estudiada. En América
Central, en algunos países, como Honduras, Nicaragua y El Salvador, la situación
epidemiológica de la infección humana por L. (L.) infantum es bastante inusitada, una vez
que una única especie del parásito es responsable por causar leishmaniasis visceral en
niños menores de 5 años, así como de manifestaciones cutáneas llamada leishmaniasis
cutánea no ulcerada o atípica (LCNU). Las lesiones de piel son caracterizadas por
nódulos o pápulas no ulceradas de pequeño tamaño, generalmente rodeadas por un halo
hipopigmentado, localizadas principalmente en las áreas expuestas del cuerpo e,
habitualmente, de evolución crónica. Microscópicamente, estas lesiones son
caracterizadas por un infiltrado inflamatorio linfohistiocitario de intensidad variable,
asociado a la formación de granulomas epitelioides de escaso parasitismo.
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